viernes, septiembre 16, 2011

Cuando Salomón se abstiene


Resulta curioso cuando las parejas van a divorciarse y tienen hijos en común, cómo éstos pasan a percibirse como propiedad de alguno de los progenitores (normalmente la madre). Como propiedad, y como si fueran un premio.

Carnaza pura para la lucha de los adultos por su ego. Argumentos para despedazar a aquella persona a la que un día se quiso, perdiendo el norte de la situación hasta tal punto que los hijos se convierten en moneda de cambio, en chivos expiatorios.

Y es que ya apenas planteada la finalización de la relación, se empieza a pelear por quién de los dos tiene más derecho a tener la Custodia. Porque cuando eres una madre con el ego hundido por un divorcio que no has pedido tú (o precisamente por pedirlo), no puedes permitir que esos hijos en común no te pertenezcan. Incluso le haces un favor al padre si permites que éste disfrute de un tiempo con sus hijos.

Parece complejo, pues, discernir entre la ruptura de la pareja y la relación paterno-filial. Comprender que los niños siguen teniendo dos progenitores, y el mismo derecho a poder disfrutar de ambos. Comprender que impedirlo no hace más que dañar el buen desarrollo socio-afectivo de los mismos, bajo el falaz argumento de que se vela por sus intereses.


La lucha por la Guarda y Custodia, pues, no debería ser más que una puesta en común de los beneficios que conllevaría para los menores una u otra alternativa.

No consiste en un concurso en el que ha de ganar el mejor, en el que el premiado tortura al perdedor. Es buscar la mayor estabilidad y bienestar posible para los hijos, bien con uno, bien con ambos progenitores. Y siempre con el firme objetivo de beneficiar a los pequeños en la totalidad de las medidas acordadas.

miércoles, mayo 11, 2011

Tecnicismos en el populacho, o viceversa.

Como algunos sabréis, la psicología utiliza determinados términos coloquiales, dándole un significado más técnico.

Ejemplo de ello son los siguientes conceptos:

- Extrovertido/introvertido: que se usa coloquialmente para describir a alguien abierto o tímido, respectivamente. Pero que en la jerga psicológica se refiere a aspectos de la personalidad más complejos. En este sentido, un extrovertido tolera más los ambientes ruidosos y con bullicio, de forma que es más probable que acuda a una fiesta que un introvertido (de ahí a asociarlo con alguien abierto, no tímido).

- Depresión: se suele utilizar como sinónimo de tristeza, pero en el ámbito clínico es un trastorno del ánimo que implica una serie de síntomas con una gravedad y temporalidad determinadas.

- Doble personalidad: antaño se denominaba así al trastorno que todos conocemos. Sin embargo, actualmente quedó descartado, pues es bien sabido que los que cursan esta patología suelen tener más de dos "personalidades" (o "alter ego", más bien), de forma que pasa a denominarse "trastorno de personalidad disociativa". Como curiosidad, han llegado a darse casos de personas con hasta 15 alter egos distintos.

- Dislexia: éste es, sin duda, uno de los más utilizados, no siempre de forma correcta. Cuando alguien hace referencia a la dislexia normalmente entiende por aquellas confusiones entre letras, típicamente la "d" y la "b". Esto es, no obstante, bastante simplista, aunque no erróneo del todo. Así, dislexia es dificultades en la lectura, y abarca aspectos diversos de ella.

- Finalmente, un término típicamente psicológico pero realmente mal utilizado, y en el que quiero terminar de explayarme en este post, es el famoso psicópata:

Coloquialmente, es utilizado por medios de comunicación, así como en conversaciones cualquiera, para definir a aquellas personas que cometen delitos sangrientos bajo circunstancias extrañas (es decir, no el típico homicidio en defensa propia, sino matar a los padres, o liarse a tiros en la calle, por ejemplo).
Sin embargo, técnicamente un psicópata es todo aquel que tiene una psicopatología, o trastorno psicopatológico, y esto abarca desde una depresión hasta una anorexia, pasando por la esquizofrenia o el autismo.
Lo que pasa es que tradicionalmente se asociaba al psicópata con el trastorno de personalidad antisocial, que sí son aquellos que suelen ser calculadores, sin empatía, con problemas legales de diversa índole etc. Pero si nos ponemos técnicos, no deberían denominarse psicópatas.


Así, si queremos hablar de forma coloquial, pase, pero si nuestra intención es ponernos técnicos, hay que tener mucho cuidado con lo que se dice, pues invita a confusión. Aprovecho para recordar que la orientación sexual nada tiene que ver con la identidad sexual, siendo habitualmente confundidos e incluso utilizados indistintamente.

domingo, abril 24, 2011

Sobre Custodias e injusticias en la Justicia.

Está en pleno auge toda la polémica relativa a la discriminación positiva que de un tiempo a esta parte viene realizándose desde la Justicia (y otros ámbitos).

Sin entrar en el tema de la famosa violencia de género (que prefiero dejar para otro post en términos distintos a este) si bien muy relacionado, es el relativo a los divorcios y consecuentes sentencias que dictaminan quién tiene derecho a la Guarda y Custodia.

Tradicionalmente se ha dado por hecho que la mujer es la más adecuada para hacerse cargo de los cuidados de los hijos. Esta idea tiene su lógica si lo vemos desde el punto de vista de que en los matrimonios suele ser la mujer la que se encarga de ello, por lo que no tendría mucho sentido darle la custodia a ese padre que ni siquiera antes se había preocupado lo más mínimo.

Pero claro, algunos jueces se olvidan de que esto no es así per se, y que depende de cada familia. Porque las hay en las que es el padre el que se ha encargado plenamente de ello, o el que puede aportar mejores recursos para hacerlo tras el divorcio. Y de hecho, por mi trabajo (los que lo conocéis) veo numerosos casos en los que la mujer no tiene la Guarda y Custodia, si bien son los minoritarios.

Entrar en si lo ideal es la Guarda y Custodia compartida o no creo que es complejo. Más bien lo mejor para los menores es que ambos progenitores sepan tratarse con respeto, pese a las diferencias, y permitan un régimen abierto y flexible en el que el menor pueda disponer de ambos cuando más le apetezca o necesite. Pero claro, la realidad nos refleja que está lejos de esto, al menos en los casos con los que tengo contacto a través del trabajo.

La cuestión a la que quiero llegar es a que en estos casos la Justicia, aunque en algunos es lo que su nombre indica, en muchos de ellos sale perdiendo el hombre, sin Guarda y Custodia (ni siquiera compartida), y teniendo que pagar gastos varios.
Pero en aquellos en los que la madre es la que tiene el Régimen de Visitas y el padre la Custodia, ella también tiene que sufrir esas injusticias, pasándolo igual de mal que cuando es el padre quien se ve afectado.

Por tanto, ¿tan difícil es de entender si digo que para no ser borregos que sólo vemos lo que nos interesa, la realidad es que aquel que no tiene la Custodia es el que sale perdiendo, ya sea hombre o mujer, aunque mayoritariamente sean hombres? Porque negar una parte de la realidad, aunque nos interese, resulta bastante absurdo e infantil.

jueves, abril 30, 2009

¿Qué debemos saber acerca de una guardería?

  1. Erróneamente, se piensa de forma extendida que asistir a la guardería es bueno para acelerar el desarrollo educativo y facilitar las relaciones sociales en los niños y niñas.

    Sin embargo, en la Europa nórdica, la edad de inicio en la escolaridad comienza en torno a los 7 años y en general, se obtienen mejores resultados académicos que en España. Esto se debe a que el permiso por maternidad suele ser de 4 años, y que existe un buen sistema de alternativas de ocio, de forma que aunque no lleven a los niños a las guarderías, existen muchos parques, exposiciones, y actividades que fomentan su desarrollo.
    Por tanto, no es imprescindible acudir a la guardería: el desarrollo de un niño o niña puede verse facilitado en otros contextos estimulantes, como el parque o el hogar.
    De hecho, en una buena guardería se facilita el desarrollo normal, y en una mala guardería el desarrollo se ve seriamente afectado.
    Es por ello, por lo que es necesario saber distinguir entre una guardería de buena calidad y otra de mala calidad.
  2. También se piensa que cuanto más tiempo pase el niño o niña en la guardería, más estimulado estará y será mejor para su desarrollo.

    Como se ha dicho más arriba, la guardería sólo facilita el desarrollo normal del niño o niña (en caso de ser una buena guardería).
    No por permanecer más tiempo, el niño o niña se verá beneficiado en su desarrollo, de hecho, lo recomendable es que no pase más de 5 horas en la guardería.
    Asimismo, es mejor que el niño o niña comience a ir a la guardería a partir del año y medio o 2 años. En caso de necesitarlo, puede empezar antes aunque no es lo recomendable.
    Es importante recordar que es bueno que el infante se relacione en casa con la familia donde puede recibir atención y afecto sólo dirigidos a él.
  3. Algunas madres y padres creen que no pueden entrar a la guardería porque afectaría al clima normal del grupo y al desarrollo normal de las actividades, por lo que no pueden ver el interior de la guardería.

    Esto no es cierto, ya que es incluso positivo acompañar a su hijo o hija hasta el aula donde realiza actividades y dialogar con los cuidadores o cuidadoras.
    Usted tiene derecho a ver el interior antes incluso de inscribir a su hijo o hija en la guardería para que usted pueda valorarla.
  4. Normalmente, se cree que sólo tiene que haber un o una responsable para cuidar de todos los niños y niñas.

    En cambio, una buena guardería debe contar con más de un cuidador o cuidadora.
    Existe una ratio (número de niños por cada adulto) recomendada en función de los grupos de edad de los niños y niñas:

    >Bebés: entre 5 y 10 bebés por adulto.
    >Niño/as 2 años: entre 10 y 15 niños/as por adulto.
    >Niños/as 3 años: un adulto puede hacerse cargo de un máximo de 20 niños/as.

    Recordad que lo recomendable es que se comience a ir a la guardería a partir del año y medio o 2 años.

miércoles, abril 29, 2009

Escuela de padres y madres


Es habitual decir "a nadie se nos ha enseñado cómo ser padres".
Pues bien, en realidad, desde hace aproximadamente 30 años está habiendo un auge en este tema. Y es que cada vez hay más asociaciones o entidades que promocionan cursos e incluso existe la Universidad de Padres. No todos son iguales, y difieren en cuanto a metodología de enseñanza como a en cuanto a la población a la que se dirigen (no es lo mismo cursos para prevenir que cursos para intervenir con una población con problemática determinada; aunque los más habituales son los primeros).

También solemos escuchar que "deberían dar un carné para ser padre".
Evidentemente, esto es un tema muy complejo, porque no se puede controlar quién se queda embarazada (no todas las mujeres se rigen por un control durante el embarazo). Sin embargo, estos cursos para padres son obligatorios en los casos de las adopciones nacionales, en los que los futuros padres adoptivos deben superar una formación mínima en cuanto a cómo educar.